Soy el eslabón de una cadena
iniciada al principio de los tiempos
por la casual unión de mis ancestros,
ligados unos a otros en secuencias.
Yo no hubiese arribado a esta ribera
con otros diferentes casamientos,
pues solo de esos cruces estoy hecho
y un trueque anularía mi existencia.
Como todos, procedo de la mezcla
de unos espermas y óvulos concretos.
Un cambio solo y yo no hubiese sido
ni estaría escribiendo este poema.
Por contra, otros, no han llegado al sido
por no haber cruces para tantas velas.
Quedaron en potencia,
en posibilidades incumplidas,
que no tuvo a bien cruzar la vida.