Fotografía de Manuel Rodríguez Espino
http://www.flickr.com/photos/majanublao/
Dejar que el tiempo pase
en aleteo suave
sin que apenas me roce.
Esperar que me devore la noche
oscura paso a paso,
y al pasar de los años
que germine en las mentes venideras
el halo del recuerdo
de haber andado un día
por estos mismos prados
con otras margaritas
de hermosas primaveras.
Ya no serán las mismas
que observo yo esta tarde.
Al refugio del frío en las solanas
otros ojos mirarán, no los míos,
el lento transcurrir de las mañanas
por las calles del pueblo.
Allí vivió, dirán los más cercanos,
murió hace muchos años.
Los más ajenos, nada;
habrán oído algo,
alguna referencia
de algún hecho lejano.
El tiempo desvanece la memoria
lo mismo que la mar borra la estela
de barcos que se alejan
buscando el horizonte.
Solamente la piedra permanece,
callada eternamente,
eterna piedra muerta
atada por los pies
a la alargada sombra
que el sol traza en sus puestas.
He empezado a leerte hoy…me gusta…:). Te seguiré. Un abrazo!
Muchas gracias, Manuel.