Tres micro relatos.

hamelin

OLVIDO

Las tardes las pasa en la ventana. Habla y sonríe de vez en cuando. Apenas nos da castigo.

Por las mañanas mientras lo aseamos nos cuenta historias de la escuela, de don Antonio, su maestro, de sus amigos de juego, de los paseos por el campo y de su perrilla “Seda”.

Hoy está contento porque dice que vendrán sus padres a verlo. Le traerán caramelos y un libro de cuentos. Ya ve usted. Sus padres, que murieron hace tanto tiempo.

Recuerden ustedes que el tiempo de visita es de cinco a ocho. Se acuestan temprano.

SUEÑO ETERNO

 Estaba muy cansado y quería dormir profundamente. Se fue a la última habitación de la casa, al lugar más oscuro y silencioso donde nunca llegaba la luz ni el ruido. Durmió y en su sueño bajó larguísimas escaleras de caracol envueltas en brumas. Lo despertó una voz de querube, dulce pero imperiosa.

 -Levántate y dirige tus pasos a la gran explanada, donde están formadas las filas de los que esperan sus destinos. La próxima salida es la tuya, va hacia el Purgatorio.

 

HAMELIN

La madre le dio un libro de cuentos a su hijo para que se entretuviera mientras ella compraba en las rebajas. Entre lámparas maravillosas de las que salían duendes, frases mágicas que abrían cuevas y animales que hablaban, al hijo se le pasó enseguida parte de la mañana, pero su madre tardaba demasiado. Cuando regresó de las compras no lo encontró en el sitio donde lo había dejado.

 -Señora, su hijo iba tocando una flauta con cientos de mujeres detrás cargadas de bolsas.

2 respuestas a «Tres micro relatos.»

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