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La vida es un paréntesis en la eternidad
con puertas de entrada y salida.
De la nada a la vida, no me acuerdo.
De la vida a la nada
está por ver el día y la hora,
pero es cierta y segura la partida.
El tiempo que se va deja atrás sólo vacío,
un vacío que se viste de recuerdos
para darle un ropaje a las ausencias.
Por delante, cada paso
es una aventura incierta,
una pisada a ciegas sobre lo desconocido
hasta que, un día cualquiera, te despeñas
por el acantilado de la muerte.
Después, todo será para mí
como antes de mi nacimiento.