Paranoicos
Hay enfermedades de las que no son conscientes
aquellos que las sufren.
Las mentales son casos evidentes.
Creer sin fundamento
que siempre hablan de ellos
es un claro síntoma del mal que les aqueja.
Piensan que los persiguen,
que cualquier cosa que otros dicen
van hacia ellos dirigidas.
Problemas de la mente
que en sus profundidades más oscuras
crean realidades paralelas
que solo están en sus cabezas.
Tropezar en la misma piedra
Palabra y piedra sueltas no regresan
y una vez que han salido de su fuente,
boca y mano, a quien lanzó le pesa
y la herida y la ofensa permanecen.
Habla claro y defiende lo que creas,
sin miedo, cuando la razón te albergue.
Si alguna duda tienes, calla y piensa
hasta que tu opinión fundada asientes.
Estos consejos son de la experiencia
que atesoré a lo largo de los años
en los que muchas veces erré el paso,
como errarás tú, pues nadie escarmienta
en la cabeza ajena del porrazo
y hasta en la misma piedra se tropieza.
Los poetas y la vida
Ni disgusto ni dicha permanecen
eternamente. Hay nublados negros
que se alejan y cielo azul que llega,
violenta tempestad y dulce calma.
Alternan y nos forjan unas veces
las penas, placenteros gozos otras.
¿De qué escriben entonces los poetas,
de aquello que se pierde o lo que sobra?
¿Quién, en cierta ocasión, no ha estado triste?
¿Quién ha permanecido siempre alegre?
Cada momento tiene su rapsoda,
cada emoción, sentido trovador
como tiene la luz su sombra y hora
y la lluvia comienzo, clara y cese.