Saltar al contenido
Cuando el ganado junta sus cabezas
duerme el pastor la siesta cochinera
donde la brisa lija su aspereza
y el negro tordo encuentra su despensa
de negras y jugosas brevas frescas.
Hay una fuente con mastranto y hiedra
que despide el aroma de la menta
y una rana curiosa en una piedra
a la criba del sol que el junco deja.
Reina el silencio en toda la dehesa.
Si hay Dios deberá andar por aquí cerca