Septiembre.

 

 

 

 

 

 

Hoy sólo tengo ganas de estar sin hacer nada,
de echarme descuidado  a la sombra de estos chopos
que murmuran  confidencias al oído.
En su gozo, me regalan  caricias de algún rayo de sol
que, leve, dorado y esquivo,
juguetea  con las primeras hojas caídas
en este adviento de otoño que es septiembre.
Pacenteros los sentidos,
en la soledad buscada,
acuden esporádicos recuerdos,
mezclados con  luz, sombra  y olvidos.

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