Saltar al contenido
Vaya por Dios, mujer,
otra vez el desconsuelo:
la costura, la ventana
y ver la vida pasar
a través de la persiana.
Otra vez con el hastío,
la desgana,
hilvanar las horas vanas
en ojales sin botones
que coser.
Crono pasa
por las horas sin relojes
atrapada en los hilvanes
del temor a los demás.