Que no falten ilusiones

47217-fresnena-la--sementera

En los surcos vaporosos de la tierra

que  el arado caló  profundamente

introduce su cuerpo la   simiente

tras roces ajustados  de abre y cierra.

 

Viene  el agua en cortinas  de la sierra

con la luz de octubre decadente

a brotar con verdor resplandeciente

la promesa  que el otoño encierra.

 

Como esperaba Machado yo espero

verdes hojas  de una esperanza nueva

en la agostada piel   de la besana.

 

Al socaire   apacible del  tempero

mi corazón ilusionado lleva

las velas  dirigidas al   mañana.

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