Saltar al contenido
(Obra de la pintora vietnamita Tuyet Dinh Sinh Vat)
¡Cuánto daba de sí
el roce de su brazo con el tuyo
en el ir y venir de los paseos!
La charla de pavera adolescente,
insustancial y entrecortada,
era lo de menos;
pero sentir el calor de su cuerpo
en tiempos de deseos amordazados
alimentaba tu imaginación.
Si en alguno de ellos
se dilataba el tiempo
sólo tú notabas que tus pies
no andaban por el suelo.
¡Ay, los amores primeros,
cuando cada centímetro de piel
era un trozo de cielo!