No me gustan exóticos placeres
ni afanes gasto por cubrir mi mesa
con lujosos bordados de manteles
que simulen honores y nobleza.
No me gustan adornos de oropeles
ni deslumbrantes fastos de grandeza,
como cuadras de rápidos corceles
o abundantes blasones y riqueza.
Ignoran los apuestos mequetrefes
que virtudes, blasones y nobleza
lucen más si te muestras como eres
que con buscadas poses de altiveza.