Pobre funcionario.

 

 

 

 

 

(EN  EL TÉRMINO FUNCIONARIO INCLUYO A TODOS)

Cuando lleguen las fiestas entrañables

de la blanca y alegre navidad

tendréis a un funcionario taciturno

vagando solitario  en la ciudad

que al ver un luminoso escaparate

pegará su nariz en el cristal

contemplando las cestas de manjares

que este año no podrá comprar.

La banda de políticos ineptos

y un grupo de banqueros con disfraz,

a la usanza de antiguos bandoleros,

nos dejaron al aire los traseros

y las mesas vacías y sin pan.

¡Malditos los rateros con corbata

que nos roban comida y libertad!

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