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(A Maribeli Nuar Cabo. Un comentario suyo a una fotografía inspiró este poema)
Mil veces caminante, una poeta.
Cuando escribas llena tus sentidos
de emociones y experiencias,
La vida te da motivos de alegrías y tristezas.
El placer y el dolor marcan distancias
entre lo efímero y lo permanente.
Lo dijo Gustavo Adolfo Bécquer:
“Cuando siento, no escribo”.
Se vierte en el papel lo ya sentido,
lo que dejó huellas en la piel del espíritu
y posos en el vaso ya bebido.
En el silencio de bodega vieja,
a solas contigo,
evoca y recrea lo que has vivido.