Blog personal de Juan Francisco Caro Pilar, maestro y abogado.
Fotografía de JuanSevilla http://www.flickr.com/photos/juaninda/
Me gusta el pueblo en su vivir diario,
sin ruidos ni tumultos bullangueros.
El trajín cotidiano,
el detalle, el gesto,
Me gusta la luz resplandeciente en las solanas,
el sombrero inclinado y somnoliento
al tibio sol del mediodía.
El vuelo de cigüeñas
bajo el intenso añil de primavera,
las sábanas al sol de los corrales
y también el borbolleo del puchero a la candela.
La mirada curiosa y presentida
detrás del blanco encaje en la ventana.
Oír la una en la plaza silenciosa
cuando no queda nadie por la calle
y la noche se cubre con manteos .
Me gusta ver el haz de sol dorado
clavarle a la penumbra
rejón de polvo y luz.
Y el leve sol de invierno
lavando con caricias
de gotas de rocío a la retama.
Y en el campo solitario sentirme
envuelto por la lluvia y sus rumores
Y el vino con amigos,
compartiendo secretos y porfías.
Ver llamas de piruetas caprichosas
consumir leños con sus lenguas rojas.
Y tú. Me gustas tú,
inspiración de todas estas cosas.
Sentados a un metro de distancia en la terraza de un bar miran en direcciones opuestas, bien a los que pasean o a los que están sentados en otros lugares; a veces, furtivamente, al reloj de la torre. No hablan. Comen pipas de una bolsa común que hay sobre el velador. Cuando pasa algún conocido levantan la mano para saludar. Después de dos horas salen las primeras y únicas palabras de la noche:
-¿Nos vamos ya?
-Vámonos
(Nota: Sí, son las primeras y únicas porque el camarero, que ya conoce sus hábitos, ha preguntado que si lo de siempre y ellos han asentido con la cabeza)
Luis Cernuda