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Esta melancolía de las hojas caídas en el suelo
tiene la desazón y la tristeza del adiós definitivo.
Irremediable viaje hacia el olvido
tras alegre primavera
de brisas risueñas compartidas.
Desnudas las ramas en invierno
se dormirá la vida en las heladas.
Anunciarán las yemas nuevas hojas,
pero no volverán éstas, caídas,
como de Bécquer no volvieron
aquellas golondrinas,
esas que yo también mañana
echaré de menos cuando tú te vayas.