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Pecados de mi inocencia infantil
entre los muros de la iglesia
confesados.
¿Llegó mi contrición a su destino
aquellas mañanas de abril
con los lirios?
Si la veis entre estrellas de camino
mandádmela otra vez a mí,
sin demora.
Cuando me hice mayor me di cuenta
que ya no estaba arrepentido
de haber sido
sólo un niño.