Monte de Venus.

venus

 

Garganta penumbrosa tras el monte

que Venus colocó en una ladera

para gozo de holganza  placentera

a la gloria sin tasa  de Caronte.

 

Receptivas paredes de humedeces

facilitan descenso en la pendiente

con  cálida  posada  y envolvente

que dilatan sus primeras estrecheces.

 

Agradable  acogida  al visitante

que penetra en estancia tan oscura

con  ávida firmeza exuberante.

 

Al poco de ajustar la envergadura,

situados   inquilino y hospedante,

se mueve  con total desenvoltura.

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