En mi cartera de cuero
transportaba la pizarra
y el trapito de borrar,
un lapicero con goma
y lápices de colores
con un cuaderno de rayas
para hacer la letra clara
de la muestra principal.
La enciclopedia de Álvarez,
restos de tardes de sol
y algunos días de lluvia,
el recuerdo del maestro
y de muchos compañeros.
Hoy me la he vuelto a encontrar
en un rincón del doblado
con el broche de cerrar
y dos hebillas al lado.