Me gusta el pueblo en su vivir diario,
sin ruidos ni tumultos bullangueros.
El trajín cotidiano,
el detalle, el gesto,
Me gusta la luz resplandeciente en las solanas,
el sombrero inclinado y somnoliento
al tibio sol del mediodía.
El vuelo de cigüeñas
bajo el intenso añil de primavera,
las sábanas al sol de los corrales
y también el borbolleo del puchero a la candela.
La mirada curiosa y presentida
detrás del blanco encaje en la ventana.
Oír la una en la plaza silenciosa
cuando no queda nadie por la calle
y la noche se cubre con manteos .
Me gusta ver el haz de sol dorado
clavarle a la penumbra
rejón de polvo y luz.
Y el leve sol de invierno
lavando con caricias
de gotas de rocío a la retama.
Y en el campo solitario sentirme
envuelto por la lluvia y sus rumores
Y el vino con amigos,
compartiendo secretos y porfías.
Ver llamas de piruetas caprichosas
consumir leños con sus lenguas rojas.
Y tú. Me gustas tú,
inspiración de todas estas cosas.
Fantástico Juan Francisco!!
Muchísimas gracias, Juan. A los que somos de pueblos pequeños nos gustan estas cosas.
simplemente muy bueno, a mí también me gusta
Muchas gracias, kiko, por tu comentario.
A mi me encanta ….ese es nuestro pueblo
ademas esa es mi calle ,que bien escribes un saludo.
Marisa. muhas gracias por tu comentario. El lugar donde se nace y se juega va siempre con nosotros.
Me ha gustado primo, lástima que todo eso lo perdimos los que salimos de allí.
Siempre se puede recuperar en la memoria Lo que se vivió de niño siempre se pierde, aunque sigas en el mismo sitio. Muchas gracias, Isabel, por tu comentario.