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Juncos del río
vigilan la corriente
con lanzas verdes.
Misa temprana,
silentes sombras negras
por las callejas.
Noche estrellada,
camino de Santiago
desde la era.
Flor del almendro,
con tan áspero tronco,
delicadeza
Contigo a solas
con muy pocas palabras
cerca del fuego
Llueve en el campo,
bajo un techo de hojas
yo me cobijo
Lluvia en el campo,
rumoroso murmullo
de un gran panal
Paloma blanca
raya la nube negra
de la tormenta
Fuente escondida
sigilosos gemidos
en la maleza
Va el carretero
con el carro cargado
por el camino
Noche serena,
la luna en la laguna,
entre la la adelfa
Un lirio traigo
de lo hondo del valle
para tu pelo
En el silbido
del viento en las cornisas
rompe la lluvia
Por la vidriera
del templo solitario
entran colores.
En el olivo
se posa la abubilla
a media tarde
El pez se esconde
en los juncos del río
de las calores
Allá muy lejos
el cielo y el camino
se han encontrado