Leche en polvo y queso de bola.

La ayuda americana llegaba a la escuela  en forma de leche en polvo y queso de bola. La leche se hacía en una cuba de cinc dándole vueltas con un palo, labor que encargaban los maestros a los alumnos mayores. Al salir a recreo  nos ponían en fila y nos la echaban en los tazones que llevábamos de casa.

Cuando se cansaron de darle vueltas a la leche con el palo nos daban el polvo para que cada uno hiciese con él lo que le pareciera. La mayoría nos lo comíamos así, poniéndonos la cara como se puede imaginar y la garganta a punto de provocarnos asfixia.

 

Después  de bebernos el tazón, con el bigote blanqueado nos íbamos al arroyo  que pasaba por la parte trasera  del edificio escolar a pescar renacuajos y peces en las covachuelas (“covacheras”, les decíamos nosotros). Algunos compañeros, en una práctica cruel, atravesaban los renacuajos con un junco y engañando a cualquier incauto le decían, con el pretexto de realizarle una operación quirúrgica al animalito, que sujetasen el junco por los extremos, poniendo el junco entre los dedos de ambas manos. Cuando más absorto  y confiado estaba el cándido  esperando el resultado de la operación le juntaban las manos de dos tortazos sincronizados destripando al renacuajo entre ellas.

Al salir de la escuela por la mañana, volvíamos al arroyo, pero esta vez para buscar en sus orillas tierra seca y echarla sobre las punteras mojadas de los zapatos. Intentábamos disimularlas  de esta  manera para que no nos riñeran en casa.

 

El queso de bola se repartía por la tarde para  merendar.  Los maestros lo partían en una mesa que estaba en un rincón de la clase. El queso venía en envases  de metal amarillento con forma de prisma cuadrangular.

Algunas tardes de primavera  o de  otoño  en que lucía el sol, sacábamos los pupitres a las “corralillas”, que eran una especie de porche  orientados al poniente  y que se  comunicaban con las aulas mediante una puerta. Allí hacíamos las tareas. La parte de la cara  en que nos daba el sol se nos ponía como una amapola y el moscón de los sueños zumbaba de pupitre en pupitre.

33 respuestas a «Leche en polvo y queso de bola.»

  1. Yo, que nací en 1949 y viví esa época en primera persona, no recuerdo ningún “queso de bola”.
    Efectivamente, desde “gringolandia” enviaban a España ayuda alimenticia para los niños en forma de “leche” en polvo (una especie de polvo blanco y fino que tenía un sabor muy particular, en nada parecido a la leche) y un queso COLOR ANARANJADO, que venía en LATAS doradas, cilíndricas, de 5 kg. impresas con letras de tamaño considerable en las que podía leerse “DONATED BY THE PEOPLE OF THE UNITED STATES OF AMERICA” (vamos, para que no quedasen dudas).
    El caso es que el queso no estaba del todo mal, mezclado con el hambre de la época, pero la “leche”… ni por esas. Era totalmente “imbebestible”.
    El dichoso queso no era fácil de probar, porque como tenía bastantes “admiradores”, los pobres maestros de la época (recuérdese la frase: “pasa más hambre que un maestro de escuela”), optaban por no darlo a los niños, sino que anunciaban a sus alumnos: “Decid a vuestros padres que ha venido queso americano. Si quieren, ya saben que la lata es a 50 pesetas”.
    En esta época de la vida nos parecerá un acto de pura delincuencia, pero en aquellos momentos, servía a muchos maestros como medio de mantener a su familia de una forma mínimamente aceptable. Por otra parte, 5 kg. de queso por 50 pesetas (10 pesetas el kg.) era un precio bastante razonable tal como estaba el mercado en aquellos momentos.

    1. Muchas gracias por tu acertado y esclarecedor comentario. Efectivamente el queso venía en esas latas cilíndricas que con tanto detalle describes. No sé por qué nosotros le llamábamos queso de bola. Pero yo recuerdo un queso redondo envuelto en papel de celofán rojo transparente.

    2. Yo recuerdo que la leche nunca la bebí, pero el quedo -en el formato cilíndrico que describes- me encantaba, hadta el punto de que llevo años buscándolo y no lo encuentro.
      Saludos

    3. Yo recuerdo el queso de bola que nos daban en la escuela que tenía un gran sabor una mezcla entre los quesitos y el queso de bola actual y yo también nací en el 1949

    4. Aleshores i ara, això és un delicte.
      Altra cosa és dissortadament que al REINO DE ESPAÑA, en qüestions de corrupció hi ha una consciencia molt laxa.

    5. ¿Perdona? Soy también de 1949 y en mi colegio ese queso se daba a los niños, NO se lo quedaban los maestros, por favor, venía de U.S.A. no de “gringolandia” y yo creo que hay que ser un poco agradecido en esta vida. No porque fueran americanos los donantes eran malos. Quitaron HAMBRE a mucha gente junto con la leche en polvo. El queso, efectivamente, en latas amarillas, cilíndricas y recuerdo que entre otras cosas se leía “cheddar cheese”. Otra cosa : 10 Ptas. el kilo de queso era una barbaridad en 1960, creo que estás en un error. Ni los maestros “franquistas” eran tan malos ni los americanos en eso tampoco.

  2. Nací en 1952, y recuerdo perfectamente la leche en polvo y el queso. La leche en polvo venia en unos bidones de cartón marrón claro y llevaba en la base y el remate unos flejes metálicos que lo mantenian sujeto, cual los zinchos de las botas de vino pero con tensores, en el interior la leche en polvo estaba dentro de una enorme bolsa de plástico, cada mañana a la hora de recreo (bueno, antes) se asignaban dos de los de clase y teniamos que hacer la leche, era necesario hacerlo con agua caliente ya que en frio no se disolvia y quedaban unos grumos realmente asquerosos, el gusto no era bueno en absoluto, tenía un regusto a lo que sería la leche rancia y por eso todos la mezclábamos con el cola-cao, de azucar habia muy poco. Era obligatorio tomarte un vaso y el maestro, vara en mano, vigilaba la labor.
    Del queso tengo muy claro que era amarillento, tirando a naranja, que se sacaba en bloque de la lata circular de 5kg de color dorado, nos lo daban por la tarde, con rosario o sin el, también recuerdo que en contacto con el aire se volvia como una piedra y que a veces cuando no nos miraban haciamos bolas y nos tirabamos entre nosotros. De la inscripcion, en cambio, yo recuerdo una que decia escrito en letras negras mayúsculas FOR SPANISH PEOPLE FROM AMERICAN PEOPLE, luego me enteré que estos envios de leche y queso eran de asociaciones tipo Cáritas o Unicef, en fin que el Tio Sam de darnos, ni los buenos dias.
    Tambien recuerdo unas cajas de madera con unidades de mantequilla, solo las vi en casa del maestro, la mantequilla se la quedaban los jerifaltes de cada pueblo, vi las cajas pero no la mantequilla, en la España de los 50 la mantequila debia ser como el caviar, en fin.
    Esto sucedía en un pueblo situado a unos 15 km de Lleida que es donde viví hasta los 30 años. Saludos

    1. Muy interesantes tus precisiones sobre ese tiempo que nos tocó vivir. Con muy pocas diferencias coinciden los datos en todos los pueblos de España. De lo que tengo dudas es de la forma de las latas de queso. Ahora que dices lo de la forma circular de cinco kilos, creo que efectivamente era así y los maestros cortaban en primer lugar un circulo de queso y de ese sacaban cuatro trozos trazando dos cortes perpendiculares. Un saludo y muchas gracias por el comentario.

    2. ¿Perdona? El queso y la leche venían de U.S.A. Nunca entenderé tanto odio, es como negar que Franco hizo en España más de 500 pantanos. Lo cortés no quita lo valiente.

  3. De queso de bola nada. El queso amarillento y riquísimo si lo calentabas un poco era muy parecido al chedar. Pero lo que decis de loa leche sería xq no sabían hacerlo bien, si se agitaba dandole vueltas quedaba perfectamente disuelta, con su poquito de espuma. Tb se podía tomar sola, y decir Pamplona como con los polvorones. No sé xq hay quien dicen que venían de “gringolandia”; EEUU traía la leche y el queso a unos niños que x estar bajo un régimen egoista no podían tomarla, seguramente en los colegios de élite no sería necesario repartirla.

    1. En la propia lata lo ponía: Chedddar cheese. Y añadía “ Not to be sold or exchanged “
      Desayuné muchos años frente a una de estas latas y me sabía de memoria lo que ponía a pesar de que no lo entendìa. En ella guardaba mi madre el pan para el desayuno.

  4. Nací en 1951, y me acuerdo perfectamente que nos ponian en fila en el recreo por la mañana,y nos repartian la leche y el queso las maestras. Tambien recuerdo,que a mí me encantaba el queso,pero no la leche,e intercambiaba con una compañera la leche por el queso,ya que a ella,este no le gustaba, así ella,tomaba dos vasos de leche y yo, dos trozos de queso,era muy rico . Hoy recordando el sabor,cteo que era parecido al chedar ,amarillo,anaranjado.¡¡ que tiempos aquellos !! Aprendiendo la tabla de multiplicar cantando. Desde Avilés Asturias, una ciudad muy guapina

  5. Pues cierto el queso en latas doradas y de 5 kilos para mi buenisimo pero la leche a mi no me gustaba …..me gustaría saber si el queso podría encontrarse en algún sitio para poder comprar y recordar

  6. Tengo un recuerdo difuso pero presente. Naci en 1954 en una aldea de Piloña (Asturias) y ayer me vino a la mente el recuerdo de aquel queso, delicioso, y de aquella leche, y busque opiniones… veo que no estaba sola. Tambien recuerdo algo como crema de chufas. Curioso como los sabores perduran en nosotros.
    Fue duro y bonito, forjo una generacion como la nuestra!!!!
    Un saludo para todos los niños que fuimos y que somos😉

    1. Un saludo también para ti, María Luisa. Nosotros de niños éramos ajenos a la situación económica que se vivía, pero eran tiempos duros. Nos quedan los recuerdos de la leche que nosotros hacíamos en cubas de cinc y tomábamos en los recreos. El queso venía en latas doradas. Le llamo queso de bola, no porque fueran redondos, sino por su color.

  7. Hola, como me ha gustado ver y leer estos comentarios, yo soy de Sevilla , nací en el 1.953 , y también nos daban la leche y el queso, e igualmente que Sara, yo cambiaba la leche por el queso, y llevo muchísimo tiempo queriendo dar con que clase de queso seria, porque me encantaba el sabor que tenia, que tiempos aquellos , fueron duros , pero los niñ@s disfrutábamos muchísimo.

    1. Gracias por tu comentario, María. Es verdad que el queso aquel amarillo estaba buenísimo. A nosotros al final del periodo nos daban la leche en polvo para que la hiciéramos nosotros en casa. pero no llegaba, nos comíamos los polvos y llegábamos con los hocicos blancos.

  8. Hola
    Yo nací en 1944 y cursaba 1° de bachiller en una escuela pública junto con la hija del maestro del cual eran muy amigos mos padres
    Yo también recuerdo que a la hora del recreo nos ponían la leche en polvo en un vaso (que luego dejábamos todos boca abajo encima de un pupitre hasta el día siguiente) y por la tarde nos repartian queso tipo bola y mantequilla que untábamos en el pan. Yo como era amigo de la hija del maestro siempre tenía unas generosas raciones de todo aquello. Además en las familias nadie iba sobrado de alimentos pues eran tiempos de posguerra y a mí me supo bueno lo que nos dieron . Ahora la gente parece que está muy sobrada de todo .
    Quizá durante el confinamiento del 2020 habrá apreciado más el valor de los alimentos.
    Saludos
    J.L.

  9. Hola: nací en 1953 en un pueblecito de la provincia de Badajoz, recuerdo con nostalgia y cariño el queso y la leche que nos daban en el colegio. Llevo años buscando un queso similar pero no he tenido suerte. Si alguien supiera lo agradecería mucho. Gracias

  10. Hola Juan Francisco, encantado de saludarte., A mí personalmente el queso de la ayuda americana me encantaba., Soy muy quesero y daría lo que fuera por encontrar ese queso en la actualidad.
    Saludos y felicidades

  11. Buenas, mi nombre Vicente, soy de Mérida, extremeño, mi año de nacimiento 1954. Casualmente estoy escribiendo mis recuerdos, al llegar a este punto y evocar ese momento de mi infancia, me vino a la mente esa leche en polvo y queso de color pajizo que nos daban en la escuela en esos años de posguerra. Coincido con vosotros que fue un sabor y olor muy peculiar que quedó grabado para siempre en nuestra memoria gustativa. Me han encantado vuestros comentarios. Saludos para todos, una gran generación.

  12. Muy interesantes todos estos recuerdos. Yo nací en Madrid en 1954, y empecé a ir al colegio en 1959, justo cuando la visita de Eisenhower y el abrazo con Franco. En el cole, el Grupo Escolar “Amador de los Ríos”, en el madrileño paseo del Marqués de Zafra, nos daban la leche en polvo, que llegaba en sacos de grueso papel marrón. A veces, los chicos los pinchábamos para extraer el polvo. En casa había uno de esos botes de lata (ya vacío) que había contenido queso americano. Recuerdo que ponía “Pasteurized Cheese. Store in cool dry place”. Todavía pueden verse por ahí diferentes latas de estas, vendidas como artículos de colección, de una arqueología de la primera postguerra. En casa había también cartillas de racionamiento (acabaron en 1953) y monedas de la II República.

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