La vida sigue.

nubesfa2

También los que quedamos

iremos a la sima

cualquier aciago día

cuando la noche espese su negrura

y cambiemos las vueltas en la cama

por  la quietud podrida

que nos llene la boca de gusanos.

Es pronto todavía

y aunque lleno de penas

me habituaré a sufrir

su  ausencia cada día.

Vuelve el zorzal veloz a la alameda

y escondida en  la siembra,

reclama  la perdiz.

No es el mismo vuelo

ni  suena igual el celo

que cuando estaba ella.

Ahora todo lo tiñe el desconsuelo

y de  regreso a casa,

con el frío relente de la noche,

el recuerdo hace  presa.

Pegada a mí, como sombra a la luz,

me acompaña la tristeza.

2 respuestas a «La vida sigue.»

  1. Te ha salido la vena romántica.
    Ya hubiese querido escribir Espronceda tus primeras estrofas.
    Y, aunque la espera es breve, le das cierta esperanza a nuestro destino.
    Nos quedaremos con el gozo de los trinos.
    Sigue por la senda de los sentimientos.
    Abrazos

    1. Somos capaces, Isidoro, de exultantes alegrías y profundas tristezas. Sin saber muy bien por qué, afloran unas u otras. Lo importante es tener capacidad de sentirlas y enriquecerse con ellas. Un abrazo.

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