La vida es un paréntesis

 

  

Cada vida cabe dentro de un paréntesis.

Alas de mariposas

que guardan dentro penas y alegrías.

Ni la puerta que abre

ni la que cierra

dependen de nosotros.

Los suicidas usan

una llave robada a la esperanza

y se van dando un portazo.

La mayoría espera al cerrajero,

insobornable y caprichoso;

necesario a veces.

Una vez completado el ciclo,

vuelan libres las alas,

enjambres de paréntesis vacíos,

por todo el universo.

Provocan apacible brisa

o irascibles vendavales.

¿Por qué se enfadan?

¿Por qué nos acarician?

Quizás quieran decirnos algo

y no las entendemos.

 

 

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.