(Fotografía de Vicente Fernández Sanvicente)
Una rosa flota en el mar a merced del viento.
Alguien la echaría en recuerdo de una ausencia.
La mecen columpios de espumas
desde las rocas hasta el mar abierto,
desde la cresta a la sima de las olas.
Una mañana con la luz del alba
la encontré en la arena,
maltrecha y sola.
El mar devuelve ofrendas
porque no encuentra el destino de los muertos,
sólo se los lleva para un viaje sin regreso..