La muerte.

 

 

 

 

 

Tu familia velará tus agitados sueños
en largas noches de agonía
previendo el fin  cercano.
Ella no faltará a la cita;
llegará sigilosa, como niebla,
al lado de tu lecho.
Te envolverá en  un angustioso abrazo,
lleno de temblores fríos
hasta dejar tu cuerpo inerte
con el último suspiro.
Seguirá impasible su camino
dejando luto y llanto entre los vivos
y una campana al viento
te abrirá paso por la senda del olvido

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