La frontera de la luz.

Comenzó a dejar estelas con sus pies

en un cansado deambular sin rumbo.

Confundía de los ruidos los orígenes

y  a sus ojos se velaron las distancias

con  un vallado de sombras y silencio.

Rodeado de  temores  y de miedos

rumiaba a solas su soledad presente.

Hacia atrás,  sólo la imagen del pasado,

visible en el fondo virtual de los espejos

mitigaba el declinar de su existencia.

Un día de tantos cruzó la línea

divisoria de las  cosas trascendentes,

a solas, para enfrentarse a los misterios.

Ya verá, si existe, el brillo de la Luz.

Si no, todo terminó en el cementerio.

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