La altivez y las malas compañías.

ilustraciones_soberbia

Pensé yo  que sería timidez

ese ademán distante  y engreído

al pasar a mi lado tan crecido

con modales y gestos de altivez.

 

Tal vez  un trauma cruel en su niñez

lo llevaba a mostrarse envanecido

y  era sólo un fracaso  no asumido

transmutado en profunda estupidez.

 

Por fin el tiempo esclareció el  dilema

cuando observé  qué trato dispensaba

a individuos de lustre y oropel.

 

No era trauma ni  apócope el problema:

creía que su merma  compensaba

compartiendo amistad  de alto nivel.

 

Quizás eso pensaba,

pero  deberían ustedes ver

el ganado con el que se juntaba.

 

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