No es por el obligado elogio que las despedidas conllevan por lo que quiero destacar un don y una virtud que sobresalen en Manolo, sino por un acto de estricta objetividad y merecido reconocimiento. El don lo da la Naturaleza y ella fue generosa al concederle una sobresaliente inteligencia. La virtud se gana con el esfuerzo, con el trabajo y la nobleza. El recuerdo agradecido de los que fueron sus alumnos es muestra evidente de su buen hacer como maestro. Más meritorio aún es que habiendo desempeñado las funciones directivas de secretario, jefe de estudios y director durante tanto tiempo conserve el aprecio de todos los que le conocimos. Algo tiene el agua cuando la bendicen y la buena madera cuando ennoblece los salones.
Ahora el arquero ha destensado la ballesta
y la flecha que al corazón del tiempo aceleraba
ha caído rota en la mullida floresta del descanso.
El ritmo del afán ha bajado su compás
y el tiempo se hará para ti más placentero
aunque éste siga impasible sus andanzas.
El reloj señalará ortos y ocasos, no las horas.
En medio, quedan los días y las noches para recrearlos
desde la vigía privilegiada de la adelantada barbacana que te ofrece la jubilación.
La atalaya que culmina la bella fortaleza
recibirá cada mañana los primeros rayos de sol
en la despereza placentera de la madrugada.
A la tarde, el volteo de las campanas
pondrá música en la paleta del celaje.
Melodía, sombra y luz marcarán el ritmo de tu vida,
columpio infantil de regreso a las risas de la aurora.
Y como dispondrás de tiempo, y habilidades y destrezas no te faltan, enriquecerás tu persona y darás a la vida de los que te rodean los frutos que el talento y la virtud crean.
Tu fecundo perfil renacentista,
demostrado en tus muchas aficiones
avalan tus probadas condiciones
que van de carpintero a violinista,
de Gredos a Jayón de senderista,
en tu casa con Gloria de anfitriones.
Incansable viajero por naciones
al hombro tu afición de retratista.
Ahora el tiempo te abre sus postigos
y te da, generoso, nueva vida.
Disfruta del invierno a sus abrigos
y en esta primavera florecida
comparte buenos ratos con amigos
en mesa de buen vino guarnecida.
Eso sí, con medida
pues lleva una excesiva bacanal
a marcar con batuta sustraída
el ritmo a la banda municipal.
Que el tiempo te colme de lisonjas y tú lo llenes de vida.