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Presta Naturaleza inteligencia
sin que el favorecido ponga parte
hasta que tesón, trabajo y arte
eleven al autor a la excelencia.
Por eso no presumas de cabeza
dotada de valiosas cualidades
si el uso que le das a sus bondades
se ahogan en el mar de la pereza.
De tu esfuerzo y tesón eres el dueño,
muéstrate satisfecho y complacido
de las metas debidas a su empeño,
lo demás te fue gratis concedido.