Paso el aire,
zumbido de flor rota,
libando su mirada.
Paso alguien,
luciérnaga que brota,
dibujando su piel
maltrecha y rota.
Pasaron todos,
las ratas y sus lenguas,
clavando los cristales
sepultando la inocencia
creyéndose los dioses
del látigo y la pena.
Paso el aire,
zumbido de flor rota,
libando su mirada.
Paso alguien,
luciérnaga que brota,
dibujando su piel
maltrecha y rota.
Pasaron todos,
las ratas y sus lenguas,
clavando los cristales
sepultando la inocencia
creyéndose los dioses
del látigo y la pena.