Saltar al contenido
Tras las celebraciones bacanales
mi cuerpo yace exhausto y agotado
y sólo me apetece estar tirado
aliviando las huellas de sus males.
Comidas y orgías primaverales
que exuberantemente he celebrado
pasan cuenta por no haber calculado
que las dichas son siempre temporales.
A la espera de pronta mejoría
reconduzco mi vida con templanza
para poder lucir mi lozanía.
Parece que ya siento la bonanza
y regresa a mi cuerpo la alegría.
¡Arriba, y a la calle sin tardanza!