Enfermedad.

Enfermedad

La boca es  hoyo seco

de polvo, piedra y fuego.

El rostro,  mapa vivo

de senderos   violetas y cetrinos,

tiene dos  medias lunas de tormento

sobre dos valles cóncavos y hundidos.

Impertinentes  lenguas arenosas

cavan crueles y voraces la  herida

que muestra  irrevocable

el final del trayecto  de la  vida.

Los párpados caídos

no pueden con  el peso de la luz

y el vértigo del paso a la otra orilla.

No va más,

está cerca el final de la partida.

El trofeo de la obstinada parca:

un cúmulo de carne dolorida. 

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