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Loor y gloria a la excelencia ilustre,
arquetipo de excelsas probidades,
recto varón de recias cualidades,
que hasta el aire rozado luce lustre
al paso de tan eminente prócer.
Lento el paso y enhiesta la cabeza,
egregia marcha y preclara alteza,
serena majestad, excelso porte.
Cumplida la ocasión de lucimiento
y colgado el chaqué en el perchero
es hora de dejar el fingimiento,
prescindir de desdén tan altanero
que ajeno a su fin, fue divertimento
en lugar de deslumbre, caballero.