El poder

punal

Quien quiere descollar, por codicioso

queda en su proceder desmesurado

a los ojos ajenos retratado

y en  su propio semblante  ruboroso.

 

Si no pierde por mor del entorchado

totalmente el recato pudoroso

y se encuentra por ello más dichoso

convertido en total desvergonzado.

 

Las ansias de poder y encumbramiento

fuera de razonables pretensiones

conducen a vivir con fingimiento

 

y con tal de lograr las ambiciones,

sin advertir ningún remordimiento,

van cubriendo el camino de traiciones.

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