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(Sol ardiente de junio. Frederic, Lord Leighton. Óleo sobre lienzo)
Por encontrarme contigo
socavo la madrugada
con los picos del desvelo
y saco la noche a espuertas
por ver tu cuerpo moreno
con la claridad del alba.
Esa luz dulce y difusa
hecha de leche de nácar
recubre tu piel dormida.
Al poco la miel dorada,
regalo del sol primero,
penetra por la ventana
acariciando tu pelo
sobre la blanca almohada.