Duermevela.

Me deslizo  por  el agua en su corriente

en el velero de la duermevela,

casi ausente,  entre  aneas y juncos de ribera.

A la deriva, va lenta la nave

entre un cálido sopor de nieblas.

Avanza la razón  a  lo inconsciente,

mezclando  realidades y quimeras

en los límites difusos de la mente.

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