Dualidad.

¿Eres tú ese guiñapo  que araña con su imagen el azogue?

¡Pobre idiota, beodo y triste en la soledad de tu guarida!

¿Eres éste o aquél?

¿Esqueleto de sombras o el compuesto y esforzado que recita su papel?

¿El de rostro descompuesto y mirada extraviada o el de risas y licores  adornados de oropel?

Estallaron las burbujas de la noche y los brillos deslumbrantes se apagaron.

Despojado de lo puesto, aquí no caben trucos.

La soledad te desnuda y te delata. El espejo te devuelve esta imagen de  fantoche.

Un cero al infinito, evanescente efímero y caduco.

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