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Cuando me dejen en el lecho
donde nadie se da la media vuelta
para dormir el sueño eterno,
volverán compungidos
muchos de los que me dejaron dentro.
Serán falsos sollozos
descontados tiempo ha del haber de los afectos.
Me sobra capital
de quienes quise y me quisieron.
Así que resérvense halagos y alabanzas
los farsantes el día que esté muerto.