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Este soneto me lo dedicó mi amigo Joaquín Calvo Flores , excelente y laureado poeta, con motivo de mi jubilación.
Un soneto me manda tu amistad
porque tu alma es soneto bien medido
y en ella tus alumnos han bebido
del agua de la ciencia y la verdad.
Y en él quiero cantar tu puerta abierta,
tu abierto corazón, tu vasta frente
donde fundes pasado con presente
por donarnos mil oros de tu huerta.
Y ayer en aula, y hoy en tiempo tuyo,
y siempre en bicicleta cabalgando
-niño en alma, sí, el mismo que denantes-
nos das del río interno su murmullo
en cartas al diario, y vas mezclando
minucioso Azorín, fresco Cervantes.
Muy emotivo y muy personal. Conozco la obra de Joaquin pues le seguimos mi mujer y yo mismo desde hace tiempo