
(Testifico que no es nada personal, aún)
De los pasos otrora diligentes
quedó un arrastre torpe e inseguro
y lo que mostró un aspecto duro
devino en flacideces decadentes.
¡Oh tiempos de pensar clarividentes
y braveza domada con bromuro!
¿Cómo os fuisteis a estado tan maduro
si no ha mucho os mostrabais imponentes?
Enhiestos cipreses, altos castillos,
robustez briosa de la juventud,
el tiempo en su transcurso os robó brillos
y en suave decadencia a la quietud
mostráis los tonos grises y amarillos
que anuncian la cercana senectud.