Casa abandonada.

manuel García Rodríguez 1863-1925

(Pintura de Manuel García Rodríguez 1863-1925)

Las fragancias del jazmín, que el descuido embraveció, penetran desde el patio  cubierto de hierbajos  hasta las estancias vacías de la casa  abandonada. El  aire huele a viejo, a  ausencias disecadas por el tiempo, cual flor olvidada entre las páginas de un libro. La camilla en que se platicaba reunidos al brasero está cual la dejaron: en derredor las sillas  y un tapete de hule con  un dibujo desgastado. Marca el ritmo del silencio  un reloj en la pared parado. Aletea la vida, sin embargo, en la patria del recuerdo: la abuela y sus geranios, la costura en la tarde sobre las  sillas de anea, apacible charla de comadres; un tinajón lleno de voces en busca de sus ecos… y canciones infantiles:

“Mañana domingo

se casa Respingo

con una mujer

que no tiene manos

y sabe coser”.

Hay  telas de araña en los rincones,  pero quedan  gestos y palabras que nunca he olvidado. Presiento  pasos, familiares y queridos, en el trajín de los quehaceres…¡Cuánta vida entre cuatro paredes!

Se está poniendo el sol y un haz de moteada luz, como  entonces, despide a la tarde desde el corazón del aire.

 

 

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