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En la esfera de todos los relojes
busco a un niño en la escuela
y a un joven aturdido
por los destellos de las discotecas.
La jícara de chocolate al sol,
los juegos sin reloj de la plazuela,
luz del anochecido
y el canto de los grillos en las eras.
Farolillos de feria, levemente mecidos
por la brisa fresca de septiembre
y el tiempo en las rejas prendido
entre geranios y la luna llena.