Fotografía de Susana Gordillo.
En sus mejillas había arrebol
de luz postrera y rosas encendidas.
Ascuas, sus ojos,
brillaban cual luceros
que anuncian la llegada de la noche.
De seda y miel
dejé un beso en sus labios,
pétalos rojos, que se abrieron
al azul púrpura del cielo.