¡Bah!

 

 

 

¿Feliz?

A ratos.

Haciendo recuento,

plenamente dichosos, pocos.

Leves fulgores,

algún  efímero destello.

¿Placidez duradera?

Más ficción y quimera

que objetiva permanencia.

A  solas, cuando  faltan  los afeites y caretas,

aflora un desabrido sabor.

La pena acecha

cuando más tranquilo  es el trayecto.

En cada recodo hay una zarpa escondida en la maleza.

Espejismos que parecen dichas

y sólo  son muecas pasajeras.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.