Amantes.

amantes

De melocotón suave su mejilla

acoge sonrosada mi ternura

en la cálida faz  de su hermosura,

mujer plena y cara de  chiquilla.

Mientras la llama de sus ojos brilla

recorro con caricias la dulzura

donde la piel se vuelve comisura

y el pasto de los besos candelilla.

Nuestros cuerpos  ligados al deseo

gozan de la ascensión concupiscente

al ritmo acompasado del jadeo.

Acoplados de forma complaciente

en lúbrica coyunda o himeneo

llega el cénit esplendorosamente.

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