Si llega el olvido y no conozco a nadie ni recuerdo dónde estoy, no podré decir lo que ahora siento.
Y antes que esto ocurra, antes que mis ojos vaguen por las cosas sin pararse en ellas, quiero que sepáis mis sentimientos.
Con el paso de los días iré olvidando todo y no sabré quién soy ni conoceré a los que ahora quiero.
Me iré despegando de personas y de afectos. Me quedarán las caricias que me deis, aunque no pueda responderos.
Huirá mi mente y dejará aquí un montón de carne vegetando. No seré ya el mismo que ahora escribe. Desde una sima insondable os miraré sin veros. Tendréis entre vosotros a un muerto respirando.