Al grano.

erahillones

 

(Carta en el periódico HOY 23-4-2014)

El verbo de algunos representantes políticos sufre de  incontinencia y liviandad crónica,  acentuada tal dolencia cuando vislumbran en lontananza el brillo de las urnas. Es tiempo otra vez, con las europeas a la vuelta de la esquina, de  frases ingeniosas o de ocurrencia frívola y trivial, pero efectistas. La facundia se despeña en   manifestaciones que  sonrojarían nuestras mejillas de vergüenza ajena con más frecuencia de la deseable si no fuera por la cura de espanto a que nos han sometido y acostumbrado  y por el sentido del humor, a veces  sarcástico, que tenemos.

Competir con el adversario en  agudeza y perspicacia con  frases ocurrentes  elaboradas por los asesores  para la ocasión,  es norma común y aceptable si son  adorno y no esencia del discurso. Chispas de ingenio, detalles de  banderillero, brillantes a veces, pero efímeras como bengalas si se convierten en el núcleo del mensaje.

Equiparar la españolidad con los defensores de las corridas de toros y tachar  de antiespañoles a los que están en contra es una simplificación burda, aunque haya  nacionalistas que lo hagan como seña de diferenciación e identidad. Lo siguiente podría ser el fútbol, reprobando a los hinchas de determinados equipos y otorgando carné rojo y gualdo a  los de otros.También, clasificando a  las mujeres españolas por el uso o no de mantilla y peineta.

 Señoras y señores, un poco de seriedad, que el envite es fuerte y arriesgado y, aunque algunos les rían las gracias, ni  esto es un circo, ni ustedes payasos ni los ciudadanos niños de parvulario. Al grano.

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