Agua de pozo

pecesvenitillo

Está la tarde  anclada en los espejos
de calientes calimas blanquecinas,
un dogal  ata el aire a  las esquinas
y  flamean  antorchas  a lo lejos.
Rejón de luz  al agua negra llega
por la sombra redonda de los pozos,
desde el cenit al fondo cenagoso
do  fugaces escamas centellean.
Mi invocación  de  estremecidos ecos
espera la  respuesta de la mora
 con el miedo  infantil  a que saliera.
La siesta y yo supimos los secretos
del agua oculta que en silencio implora
pedacitos  de cielo entre las piedras.

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