Agosto se va.

sanpedro (11)

La luz de la campiña melifica

la pajiza dispersión de los rastrojos.

Traen bocanadas del desierto los solanos

y llenan el horizonte de espejuelos

con la blanca turbiedad de la calima.

Las gargantas resecas del barbecho

regurgitan la sed en carne viva

de la honda escasez de los veneros.

A la sombra  en calma de la encina

sestea la tórtola africana,

que volará después a la rivera

donde, entre adelfas,

queda un poco de agua remansada.

 

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