Adolescencia.

adolescencia

Cuando más la quiso fue cuando bordeaba las caricias de unas manos esquivas y rozaba la piel rosada de su cara con la   excusa de mirar para otro lado.

Cuando se asomaba a sus ojos desde el brocal de un pozo de aguas transparentes con un fondo azul inalcanzable.

Cuando los suspiros por su ausencia subían desde el pecho a la garganta como olas desbordadas.

Cuando pasaba por las calles buscando sus estelas y al verla, fugaz, se aceleraba el corazón.

Cuando el deseo era un juego de cómplices miradas y cada frase un enigma a descifrar.

Cuando sus ojos se juntaban en la luna y las palabras eran  silencios compartidos.

Cuando quererla  era ternura frágil, pura, transparente  y soñada.

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